Para Roberto Catalá, subir montañas es más que una actividad física; es una forma de vida. Junto con su equipo en la empresa "Mirá cómo lo hago", se dedica a preparar a personas para conquistar cumbres como el Lanín y el Aconcagua.

Sin embargo, su objetivo principal no es solo llegar a la cima, sino permitir que otros disfruten de la naturaleza en todo su esplendor. Catalá encuentra alegría en ayudar a las personas a conectar con la naturaleza, ya sea en una caminata por los Arrayanes de Bariloche o en una expedición a las montañas más altas.

Durante su trayectoria, Roberto Catalá se ha enfrentado a diversos desafíos en las montañas. Desde los efectos del mal de altura hasta el congelamiento de sus extremidades, ha experimentado momentos difíciles que han puesto a prueba su resistencia física y mental. Catalá destaca que cada experiencia le ha enseñado lecciones valiosas. A través de la perseverancia y el aprendizaje constante, ha superado obstáculos y ha vuelto más fuerte. Cada intento fallido lo ha motivado a seguir adelante ya apreciar aún más los logros alcanzados.

Más allá de los desafíos físicos, Catalá destaca el aspecto espiritual y emocional de la montaña. En medio del silencio de la naturaleza, se encuentra la oportunidad de conectarse consigo mismo. La soledad en la montaña brinda un espacio para la reflexión y la meditación, permitiendo que la mente se aquiete y se enfoque en el presente.

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